Empezamos siendo seis amigos de un total de ocho que ,habiendo finalizado una etapa, decidimos embarcarnos en una nueva experiencia. Dos para un lado, dos para otro, uno a un equipo, otro a otro equipo. Nos integramos a otro grupo ya establecido, del cual se habian marchado un par de personas que sentian que su tiempo se habia terminado. Establecimos nuevas relaciones y trabajamos con nuevos compañeros, el nuevo grupo se estaba consolidando. Al año siguiente se sumaron los dos que no habian continuado y se bajaron algunos otros que no me importaban tanto... la escencia se mantenia. Luego se fue otro mas cercano y alguno que habia crecido conmigo. Aún se mantenia la cercania. Al cuarto año empezaron las bajas mas importantes, de los seis iniciales y los dos que se sumaron quedabamos tres, cada cual en un lugar distinto. El quinto año llego con cambios de rumbo y de responsabilidades, el grupo habia cambiado y ya solo quedaban alguna pinceladas de la pintura inicial, no falto quienes se vayan a dejar su marca por otras latitudes. Este año se borrarán algunos trazos mas.. solo quedamos dos. No estamos solos pero sabemos que dentro de un año quizas sean las ultimas dos pinceladas que persistan. Me niego a apagar la luz, no quiero ser el ultimo en irse, quizas por eso termine mezclandome entre los otros trazos, para pasar inadvertido, o para no ver como se borró la imagen.
Ahora entiendo porque Sueiro no apago la luz, ¡Nadie quiere apagar la luz!
Cuándo podrás amar
