Alquilo mi tiempo

El panorama empieza a mejorar, por lo menos tuve dos entrevistas con tres días de diferencia.
Aunque generalmente me considero un tanto distraído me di cuenta que en lo que a ambiente laboral respecta soy bastante observador.

La primera de las entrevistas fue en un estudio contable en Retiro. Oscuro, silencioso, decorado en 1810 y jamas re-decorado, un espanto, ni bien entre me quise ir y eso que aun no me habían dado la prueba técnica contable que me hicieron hacer. Empecé mal predispuesto, el lugar no me gustaba ni un poco y no podía imaginarme trabajando ahí.

La segunda fue en un moderno edificio de puerto madero. Como llegue media hora antes me senté en uno de los bancos que da al río a esperar que pase el tiempo. El sol, el aire libre y el agua del riachuelo lograron que entre confiado a la entrevista. La oficina era silenciosa pero bien iluminada, bastante moderna y con muchas ventanas, me sentí a gusto y eso se noto en la entrevista, estaba relajado y seguro de mi. Pero nada perfecto las primeras veces, buscaban a alguien con menos experiencia (mucha menos experiencia) y por lo tanto el salario que ofrecían era muy inferior a lo que yo pretendo. Tan inferior que ni valía la pena pensar en resignarme en mis pretensiones.

Seguiré buscando quien alquile mi tiempo. Los mantengo informados.

Los manotazos de ahogado nunca salen bien

El plan era escaparnos de la ciudad con la excusa de disfrutar de un recital de No Te Va Gustar en la playa que un grupo de medios posee en Mar del plata. Íbamos a salir el viernes a eso de las 18 hs en dos autos, pero uno de ellos no arrancaba y tuvimos que alterar nuestro plan original por primera vez.

El plan era disfrutar de unos tragos de fernet con coca mientras veíamos y escuchábamos a la banda pero un doble control policial en la entrada nos hizo esconder las botellas en unos matorrales a varios metros del lugar.

El plan era correr kartings y después comer algo en la ciudad costera pero se hizo tarde y recién llegamos al restoran a las 00:20 hs. Claro que salimos cerca de las 02:00 AM con mas sueño que ganas de divertirnos.

El plan era volver el domingo por la noche, pero a 20 km de mdq recalentó el auto en medio de un temporal y postergó todo para el día siguiente.

El plan era arreglar el auto y salir lo antes posible, pero el auto no se podía reparar tan rápido y tuvimos que llamar al remolque para que lo traiga de regreso y sacar dos pasajes en micro para ese día.

El plan era que la grúa tarde 5 hs en llegar pero cerca de las 18 hs llamaron diciendo que no iba a ser posible hasta el otro día. Sacamos 4 pasajes para volver todos juntos.Y dentro de ese plan decidimos tratar de salvar económicamente el viaje jugando $100 al 17. En la lógica de quien no tiene nada que perder era un buen plan, si salia bien ganábamos 3500$, si salia mal solo eran 100$ más.

Tampoco funcionó ese plan.

Ya no se que hacer conmigo

Trato de no desesperarme, de convencerme que algo bueno me esta esperando. Pero los días pasan y la situación solo tiende a empeorar.
Mi peor enemigo es mi cerebro, mi estado de animo es cambiante y cada día es peor que el anterior.
Como si fuese un reloj de arena en el que la parte superior es la esperanza y la de abajo la desilusión. Cada grano de arena que cae es un día mas que será igual a los anteriores.
El problema es que durante dos meses cayeron varios granitos y si bien todavía me queda mucha esperanza la desilusión se amontona en el fondo.
Cuando no quede mas esperanza al menos podre dar vuelta el reloj.