viernes, 23 de abril de 2010

Casi casi..

A todos nos paso alguna vez, y que nadie me venga con que no le paso. Claro, todavía no dije a que me refiero pero van a ver que al menos una vez les paso algo parecido, similar, análogo, etc.

Me refiero a la sensación de haber perdido un tren, de haberla dejado pasar, de tenerlo ahí, al alcance de la mano y al final quedarse con las manos vacías. ¿Ahora podes decir que no te pasó?

La idea no es refregarles que tengo razón sino que hace un rato me acordé de una situación en particular en que tuve esa sensación.

Fue en uno de los últimos recitales de Los Piojos ( no voy a decir nada sobre la banda), había conseguido llegar hasta las vayas, ahí nomas de la banda, justo para los temas finales. Si alguna vez fueron a un recital saben que cuando termina los músicos regalan púas, palillos y las listas de temas, verdaderos tesoros para cualquier fanático de una banda.

La cuestión es que Ciro, el cantante, venia para donde estaba ubicado yo con un amigo, se para enfrente mio y me tira una púa, la cual me rebota en la mano y cae para algún lado, luego tira la lista de temas la cual tampoco pude agarrar, y después se fue.

No se si me la tiro a mi realmente o es mi imaginación pero que pasó pasó. Como las brujas, podes creer o no, pero que las hay las hay.

Así fue mi doble sensación de se me fue el tren, me queda de consuelo haber agarrado el colectivo. Tengo una púa de Tavo, uno de los guitarristas.

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