jueves, 27 de mayo de 2010

Mi Bicentenario

No, no es que cumplo 200 años ni siquiera estoy cerca de los cien. Quiero hablar de lo que fueron para mi estos 4 días de festejos.

Desfiles federales, de los pueblos originarios, de las comunidades extranjeras, fuerza bruta, re-inaguracion del teatro Colón, desfile de carrozas, militar, granaderos, música en vivo de todos los tipos y gustos, banderas, banderitas, camisetas, despedida de la selección nacional de fútbol, proyecciones en el cabildo, restauración del cabildo.
Todo muy lindo, muy emocionante, a la altura de lo que se festejaba, todos en paz, celebrando como debe ser.

Lo que me dejo una sensación amarga fue pensar que el bicentenario fue solo el ojo del huracán, una tregua, cuatro días sin chicanas políticas, sin peleas entre gobierno y multimedios, sin división de clases ni ideologías, por cuatro días fuimos todos igual de argentinos.

Pero al parecer es demasiada la grandeza que hay que tener para hacer de eso algo a largo plazo, aprovechar el fervor patriótico para sentar nuevas bases sobre las que se construya un país mejor, mas justo, mas país es poco importante.

Solo se necesita voluntad, querer cambiar las cosas, pero a ese juego no saben jugar, ni oficialistas ni opositores, ni gobierno ni prensa. Y nosotros nos prestamos a el juego de ellos, porque criticamos al gobierno o somos ultra oficialistas, porque leemos clarín o miramos 678.
Y no hablo de carecer de debate, sino de discusiones estériles, que no llevan a ningún lado, hablo de políticas a largo plazo consensuadas por todos los partidos políticos, y que todos se sientan parte y estén comprometidos con ellas.


Durante cuatro días viví en un país mejor, lamento que haya terminado el bicentenario.

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